viernes, octubre 21, 2011

Ein Schwert verhieß mir der Vater

Siegmund está desesperado. Huía, en una noche de tormenta, buscando refugio, y lo ha encontrado en casa del enemigo. Sin una espada que muerda, sin una lanza que hiera, sin un escudo que proteja; solo le queda esperar la pronta mañana en que el feroz Hunding tome venganza por los parientes asesinados.

¡Si tan solo pudiera hacerse de una espada! Una espada ante la cual sucumban los enemigos y que haga vacilar al mismísimo Wotan. Una espada como la prometida por el padre perdido, que acudiría solo al llamado de la necesidad.



Siegmund:
Ein Schwert verhieß mir der Vater,
ich fänd' es in höchster Not.
Waffenlos fiel ich
in Feindes Haus;
seiner Rache Pfand,
raste ich hier:..
ein Weib sah ich,
wonnig und hehr: -
entzückend Bangen
zehrt mein Herz.
Zu der mich nun Sehnsucht zieht,
die mit süßem Zauber mich sehrt,
im Zwange hält sie der Mann,
der mich Wehrlosen höhnt!
Wälse! Wälse!
Wo ist dein Schwert?
Das starke Schwert,
das im Sturm ich schwänge,
bricht mir hervor aus der Brust,
was wütend das Herz noch hegt?

(Das Feuer bricht zusammen; es fällt aus der
aufsprühenden Glut plötzlich ein greller Schein
auf die Stelle des Eschenstammes, welche Sieglindes
Blick bezeichnet hatte und an der man jetzt
deutlich einen Schwertgriff haften sieht.)

Was gleißt dort hell
im Glimmerschein?
Welch ein Strahl bricht
aus der Esche Stamm?
Des Blinden Auge
leuchtet ein Blitz:
lustig lacht da der Blick.

Wie der Schein so hehr
das Herz mir sengt!
Ist es der Blick
der blühenden Frau,
den dort haftend
sie hinter sich ließ,
als aus dem Saal sie schied?

Nächtiges Dunkel
deckte mein Aug',
ihres Blickes Strahl
streifte mich da:
Wärme gewann ich und Tag.
Selig schien mir
der Sonne Licht;
den Scheitel umgliß mir
ihr wonniger Glanz -
bis hinter Bergen sie sank.

Noch einmal, da sie schied,
traf mich abends ihr Schein;
selbst der alten Esche Stamm
erglänzte in goldner Glut:
da bleicht die Blüte,
das Licht verlischt;
nächtiges Dunkel
deckt mir das Auge:
tief in des Busens Berge
glimmt nur noch lichtlose Glut.

En castellano:
Una espada me prometió mi padre,
la encontraría en necesidad extrema.
Desarmado he caído
en casa del enemigo;
en prenda de su venganza,
aquí reposo.
Una mujer he visto,
dulce y noble;
un ansia encantadora
consume mi corazón.
Hacia ella me arrastra ahora la pasión,
que con dulce encanto me consume,
¡en propiedad la tiene el hombre
que inerme me escarnece!
¡Wälse! ¡Wälse!
¿Dónde está tu espada?
La fuerte espada,
que en la tormenta blandiré,
¿irrumpirá de mi pecho,
donde mi enfurecido corazón aún la oculta?

(El fuego mengua; de las destellantes brasas surge
de improviso una viva llama hacia el punto del
tronco del fresno que la mirada de Sieglinde le
indicara, y en el cual ahora se ve claramente clavada
la empuñadura de una espada.)

¿Qué brilla ahí en viva,
trémula luz?
¿Qué rayo surge
del tronco del fresno?
El ojo del ciego
ilumina un relámpago,
alegre sonríe allí la mirada.

¡Cuán noble luz
el corazón me consume!
¿Es la mirada
de la floreciente mujer,
que, fijándola ahí,
ha dejado tras de sí
cuando ha salido de la estancia?

Nocturna oscuridad
cubría mis ojos,
su radiante mirada
me rozó entonces;
calor obtuvo y luz diurna.
Dichosa me pareció
la luz del sol;
la frente me rodeó
en su deleitoso fulgor...
hasta que tramontó detrás de los montes.

Una vez más, tras su partida,
me envuelve de noche su llama;
el tronco mismo del viejo fresno
arde en áureo resplandor;
palidece la flor,
la luz se apaga;
nocturna oscuridad
cubre mis ojos;
profunda en el fondo del pecho
sólo arde una llama sin luz.
(© Aitor Laiseca, traducción)

*De Die Walküre, Acto I, Escena III. Libreto y composición de Richard Wagner.

**Esta representación fue grabada para el sello EMI entre setiembre y octubre de 1954 con las voces de Martha Mödl, como Brünnhilde; Ludwig Suthaus, como Siegmund; y Ferdinand Frantz, como Wotan, el Padre de los Dioses (ver acá el reparto completo); Wilhelm Furtwängler dirige a la Orquesta Filarmónica de Viena.
Se planeo grabar las tres óperas restantes que conforman el Ciclo del Anillo, todas bajo la dirección de Furtwängler, con la ambiciosa meta de hacer una versión definitiva de la tetralogía. Pero el proyecto se frustro con la "temprana" muerte del Maestro.

***El "Wälse! Wälse!" es una de mis partes favoritas de la tetralogía; siempre me hace estramecer, aún más en la voz de Suthaus.

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