Cualquiera que este familiarizado con el mundo de los videojuegos, sabe que la violencia en ellos es un ingrediente que, cuando es bien llevado, resulta muy disfrutable.
Muchos juegos (como los GTA) dan plena libertad al personaje para resolver problemas o bien por las buenas o bien por la diplomacia del rifle.
Por eso y porque en parte soy consumidor habitual de estos juegos, leo con interés esta noticia.
Cito:
Sin embargo, la organización humanitaria Cruz Roja considera ha llegado el momento de ponerle límites a la libertad que permite a los jugadores ser juez, jurado y ejecutor, decidir si son soldados de honor o criminales de guerra virtuales.
“Hay una audiencia de más de 600 millones de usuarios que podrían estar violando las leyes humanitarias internacionales aprobadas en las convenciones de Ginebra y La Haya”, ha asegurado la organización en un comunicado publicado tras la celebración de la edición número 31 de su Conferencia Internacional.
Para Cruz Roja muchos videojuegos de temática bélica “promueven ataques contra civiles y lugares protegidos como iglesias o mezquitas”. Además, aseguran que en ellos “aparecen escenas que retratan interrogatorios en los que es posible realizar torturas, degradar o maltratar a los prisioneros sin que el jugador sea sancionado por ello”.
La misión ‘No Russian’ del juego ‘Call of Duty: Modern Warfare 2’ ha sido uno de los ejemplos de violencia injustificada elegidos por la organización para justificar su petición de que los desarrolladores acepten autocensurarse “con arreglo a las reglas y valores aportados por la Ley humanitaria internacional y la Ley internacional de derechos humanos”.
Estemos de acuerdo o no, los videojuegos de este corte siempre serán acusados de fomentar la violencia, de alterar la mente de los niños y adolescentes que los juegan, de generar un comportamiento agresivo que, cuando no se resuelve, termina en algún crimen o en el peor de los casos en un atentado como el de Columbine o el de Virginia Tech.
Aunque claro, como lo demostró Michael Moore en su Bowling For Columbine nadie le presta atención al clima de miedo imperante en la sociedad producto de la manipulación de los medios; a la, cada vez más libre, comercialización de armas o a la falta de estabilidad emocional de los adolecentes de hoy en día.
No, si Juanito mató a Pepito fue porque Juanito jugaba videojuegos violentos, era antisocial y escuchaba Heavy Metal.
La política normativa al respecto de los videojuegos, al igual que en la música o las películas, establece una clasificación por edades para el uso de estos productos. Sin embargo, me pregunto si eso ayuda. Hoy el acceso a la información resulta casi irrestringible; en parte estoy de acuerdo, la sociedad de la información tarde o temprano se llevará de encuentro a todo aquel que busque privatizar el conocimiento, pero por otro lado tal libertad conlleva dilemas y contradicciones respecto a su uso (y en algunos casos abuso) que resultan espinosas de tratar y más aún de resolver.
El intento de regular la libertad dentro de los videojuegos por parte de la Cruz Roja, no hace sino poner sobre el tapete viejas cuestiones morales al respecto de estos productos de consumo. Hace tiempo que la violencia en los videojuegos dejó de ser una simple explosión de pixeles; el realismo en los videojuegos supera incluso al de los efectos especiales en las películas, por tanto el argumento de la Cruz Roja por muy restrictivo que pueda sonar, no deja de tener un asidero razonable. Además no se propone eliminar la violencia de los videojuegos (cosa imposible dentro de una industria que mueve millones, tanto en dinero como en población) solo hacer que estos cumplan ciertas normas y regulaciones morales. En cualquier caso no dudo que tarde o temprano la industria será víctima de sus excesos, la violencia gratuita puede gustar como no pero lo que sí es que llega a aburrir.
Les dejo con una revisión de los 5 videojuegos más violentos de la última generación:
Y para el que quiera leer un interesante artículo sobre la historia de la violencia en los videojuegos.
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