De Thomas Edison se ha dicho mucho: que fue un gran inventor y una de las mentes más brillantes del cambio de siglo (XIX al XX); que en realidad no invento gran cosa y que solo plagiaba inventos de otros adueñándose de las patentes (la larga controversia con Nikola Tesla); que en realidad solo era un empresario voraz, un hombre de negocios que solo buscaba sacar provecho económico de sus inventos...
Sin embargo, Edison era un hombre que sabía lo que quería su público. Una muestra de ello son esa serie de películas que hizo a finales del siglo XIX. Películas que incluían gatos boxeadores y un striptease encima de un trapecio.
He aquí una de esas películas, nada más y nada menos que el primer beso de la historia del Cine: Dura solo 23 segundos y fue filmado en su "estudio" Black Maria con la diva canadiense May Irwin.
Aquí la historia completa.
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